En la actualidad un niño cuando va a la escuela ya tiene una adquisición previa de conocimientos de lenguaje y habilidades sociales e incluso en nuevas tecnologías. Estos conocimientos vienen dados por su entorno. Por lo que hay un cambio en el paradigma de la construcción del conocimiento.
Está claro que el aprendizaje lineal ha sido sustituido por el aprendizaje participativo, el alumno construye y descubre su propio conocimiento mediante una nueva forma de aprendizaje en la escuela y fuera de ella, es decir que esto está llevando al fomento del aprendizaje individualizado por parte de cada alumno y a una mayor autonomía de éste.
Se quiere abandonar ese concepto de “aprendizaje como una tortura” y sustituirlo por un aprendizaje divertido. Esto se consigue si el maestro deja de ser un sólo transmisor de conocimientos y se convierte en un maestro facilitador de conocimientos y que haga al alumno participador de la creación de conocimientos.Esto es un punto de partida para nueva la educación que todavía ha de desarrollarse.
Helen Espada y Leggott Michele, de la Universidad de Auckland, ofrecen siete principios a seguir en la nueva forma de educar:
1. Ceder la autoridad: y dar mayor concesión de la autoridad intelectual y autonomía a sus alumnos.
2. Los estudiantes investigadores y productores de conocimiento: inculcando el deseo de aprender.
3. Promover relaciones de colaboración.
4. Cultivar las inteligencias múltiples: para que los estudiantes sean conscientes de sus capacidades de aprendizaje.
5. Fomentar la creatividad crítica: para una mejor superación de obstáculos.
6. Fomentar la solución y el cambio: eliminar las barreras y tener más oportunidades.
7. Diseño de actividades que establezcan vínculos entre el pasado y el futuro: para no abandonar nuestra herencia intelectual y comprender mejor las inovaciones futuras.
